Es mi blog, hace tiempo que lo tengo, no me dediqué a decir a través de el... fue la idea desde el inicio, pero las ideas bullen en la mente y el papel se resiste a aceptar su plasme. Si, el papel, orgulloso y milenario, en su altanería monopólica, con su deleitosamente tradicional dominio, con su abrumador y cortejado utilitarismo, sintió un sacudión… y los muros de su altanero y bullicioso Jericó cayeron aplastados por el terriblemente ¿divino? astral mundo de lo virtual…y comenzó todo… y todos comenzamos a decir. Había nacido el mundo de la necesidad de decir… el parto de lo milagroso: nos acordamos que existen las letras –no se si las palabras- y todos comenzamos a aplicar ¡es el mundo! ¡El nuevo mundo! Nuestro edén particular en el bullicioso paraíso general. Adanes del nuevo cielo nos sentimos... y disfrutamos de la permanencia de lo etereo sin ningún temor; con la experiencia previa de la caída evaica nos desplazamos con un nuevo cuerpo de luz, sin temor al pecado virtual.
2 comentarios:
La necesidad de decir en un mundo que necesita escuchar.
David C.
!!Nunca pensé que tendría comentarios en mi primera entrada!!
Es como decirte !Bienvenido! pero ya tienes meses visitandome.
Y que palabras más puntuales nos dejas...
Un placer que camines por esas rutas añejas que abundan en mi rinconcito virtual.
Saludos y gracias.
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