martes, 20 de septiembre de 2011

Entereza...

Y miró detrás, por sobre sus hombros, y sus ojos sorprendidos tornáronse reflexivos.

Ah, el qué dirán.  - Musitó.

Y continuó su marcha. 

Indiferente...

Feliz.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Contemplación De La Mirada...

Detrás el mar.   Perdido en un revoltorio de espuma y sal que quiere violar el círculo horizonte; difuminados blancuzcos tatúan un limítrofe y aéreo firmamento curvadamente tiznado.  Y un abanico de   colores   vespertinos envidian  esperadas madrugadas florecientes. A sus lados, verdes mechones emergen entre rocallosos suelos, batiendo fértiles ramas envueltas en miles de abanicos acompasados con la sinfonía tibia de una brisa que intenta arar en multitudes de rayos solares, vibrando relajantes sonidos quebradores de ansiedades. Debajo, filosas formas guarnecidas en el marrón de su manto, evocan ancestrales filosofías en cada confuso diseño alardeado de su arte. Y la mirada. Constructora silente de bullentes panoramas. Inquisidora sublime, obstinada, de las delicadezas formales. Penetrante aplaudidora de franquezas expresadas. Delatadora perfecta de simuladas ojeadas. Es tentadora la mirada; ella descarga en sinuosos destellos, sutiles sensaciones aplicables. Es disciplinadora la mirada, nos basta con un único y  frontal chispazo para emanar obediencia y amabilidad instantánea. Amor y odio son expelidos por ella. Somos humanos por ella.