Y miró detrás, por sobre sus hombros, y sus ojos
sorprendidos tornáronse reflexivos.
Ah, el qué dirán. - Musitó.
Y continuó su marcha.
Indiferente...
Feliz.
Porque nada humano nos es ajeno, me aferro a los caracteres de la lengua y con ellos digo...Lo sublime brota de manera endógena y se desparrama en condensados grafemas tapizando la superficie virtual...Sólo queremos con nuestros concentrados, decir...